La Comisión de Presidencia, Justicia e Interior ha aprobado hoy, con los votos a favor de SN, Bildu, Aralar-Nabai e I-E y las abstenciones de UPN y PPN, una resolución por la que el Parlamento “respeta y toma en consideración el nuevo fenómeno social de las familias monoparentales, en cuanto hecho revolucionario que se halla en el origen de la actual sociedad, con reflejo en toda Europa y, específicamente, en Navarra”.

La resolución aprobada incluye un segundo punto en el que, dada su “profunda trascendencia”, se reclama una “modificación y adecuación de las layes a este nuevo fenómeno social”.

Del mismo modo, ya en un tercer apartado, se afirma que, “a efectos de su protección social y administrativa”, la familia monoparental “debe ser tomada en consideración y definida legalmente”. Además, se demandan “ayudas de similar nivel y entidad que las establecidas para familias numerosas o personas viudas”. Y, “en todo caso”, se pide su inclusión en las “políticas de ayuda a la familia en todos los órdenes, tanto fiscal como social o en lo tocante a compatibilizar vida familiar y laboral”. También se solicita que se las tenga presente “en todas las relaciones jurídicas civiles, registrales y de derecho familiar y de transmisiones y herencias”.

Asimismo, se manifiesta la “necesidad de adecuar el conjunto de la legislación de Navarra de forma coherente a la protección de la familia monoparental como nueva realidad social emergente y en crecimiento”.

La moción constaba de un quinto epígrafe, rechazado con los votos en contra de UPN y PPN y la abstención de SN, en el que se abogaba por “crear una ponencia parlamentaria para debatir la posibilidad de acordar un dictamen sobre los diversos cambios legislativos que este tema requiere”. El respaldo de Bildu, Aralar e I-E ha resultado insuficiente.

En la exposición de motivos, la moción impulsada por los G.P. Bildu y Aralar-Nabai solicitaba la implantación de una Ponencia para estudiar la “compleja adecuación” de la normativa familiar a la “realidad social derivada de esta segunda revolución de la estructura familiar”, a su juicio de envergadura similar a la que supuso en su día la implantación del “divorcio”.