El Presidente del Parlamento de Navarra, Unai Hualde, ha recibido hoy a Raquel Martí, directora ejecutiva de UNRWA España, que ha asistido acompañada de Javier Moreno, técnico de educación de la delegación en Navarra.

En el transcurso del encuentro, Raquél Martí ha informado al Presidente sobre la gravísima situación de la que UNRWA, como agencia de Naciones Unidas, está siendo testigo en Gaza y, a ese respecto, ha solicitado la colaboración del Parlamento de Navarra para poder materializar con urgencia un alto el fuego en la franja.

“Estamos ante una catástrofe humanitaria de dimensiones desconocidas. Son innumerables las vidas que se están perdiendo. Es imprescindible terminar con el derramamiento de sangre de civiles. Es absolutamente necesario conseguir un alto el fuego con carácter inmediato, también para garantizar el acceso de la ayuda humanitaria a Gaza. Agradecemos la solidaridad de la población navarra y la respuesta de su Gobierno a nuestra solicitud de ayuda humanitaria”.

Unai Hualde, por su parte, ha trasladado el "especial seguimiento que desde la institución que preside se viene haciendo sobre la dramática y angustiosa situación que se está viviendo en la franja de Gaza desde octubre". Ello se ha traducido en iniciativas parlamentarias como, entre otras, una moción debatida en Pleno o la sesión de trabajo que se ha celebrado hoy mismo en la Comisión de Convivencia y Solidaridad Internacional con la presencia de la propia directora ejecutiva de UNRWA, Raquel Martí. Un interés que se enmarca en una sociedad como la Navarra, que "se está movilizando de manera creciente para exigir el cese de las vulneraciones de derechos humanos y de la legalidad internacional a las que estamos asistiendo en este conflicto".

UNRWA España es la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Próximo, una comunidad de 5,9 millones de personas que vive acogida en Siria, Líbano, Jordania, Gaza y Cisjordania y equivale casi a la cuarta parte de la población refugiada del mundo. Está financiada casi en su totalidad por las contribuciones voluntarias de los Estados miembros de la ONU.

La Agencia planifica y desarrolla sus propios proyectos, además de construir y mantener sus escuelas, clínicas y centros para mujeres y discapacitados. Actualmente, UNRWA cuenta con más de mil instalaciones, en las que están empleados más de 30.000 trabajadores, de los que el 99% tiene estatus de refugiado.