La Presidenta del Parlamento de Navarra ha recibido hoy en la Cámara a la asociación de víctimas del terrorismo, Zaitu, un acto que ha sido vivido con emoción y satisfacción por el colectivo, al tratarse de la primera institución navarra que les recibe en sus seis años de historia. El presidente Joseba Markaida Bilbao y la secretaria general Asun Olaeta Pérez de Mendiola, han explicado que “la memoria es importante porque con ella se hace justicia, es curativa y sirve como lección para no repetir los errores del pasado”, ha matizado Markaida.

La asociación Zaitu nació en marzo de 2009 con el objetivo de ayudar a todas las víctimas de ETA, especialmente a los amenazados, perseguidos y exiliados por su causa, sin importar su ideología política, ocupación o estatus social. En la actualidad cuenta con algo más de 200 socios, algunos de ellos de Navarra. “Nacimos con la pretensión de ser un nexo de unión entre las víctimas y los distintos organismos estatales dedicados a la ayuda a las víctimas del terrorismo”.

Con ese objetivo, han explicado a Ainhoa Aznárez Igarza, se logró una de sus luchas y reivindicaciones, que los amenazados fueran también incluidos en la Ley de víctimas del terrorismo, “teniendo en cuenta la gran cantidad de amenazados que ha habido en el País Vasco, y Navarra, así como las dificultades que ello suponía, para nosotros ha sido una gran satisfacción que la figura del amenazado quede plasmada en la Ley y agradecemos el esfuerzo que todos los organismos que han participado en su elaboración”.

Markaida y Olaeta han explicado que tras el anuncio de abandono de las armas por parte de ETA, en octubre de 2011, “nuestra situación cambia y nuestra vida vuelve, en cierta manera, a la normalidad. No obstante, tantos años de opresión, amenazas y miedo tiene sus consecuencias. Son muchos los que presentan secuelas psicológicas de todo tipo difíciles de curar de la noche a la mañana”.

Entre sus objetivos se encuentra la divulgación entre los distintos sectores sociales del País Vasco y de España, especialmente entre los jóvenes, de una cultura democrática de respeto mutuo y de paz que acabara con aquella situación y evitara que pueda volver a repetirse. Para ello y antes incluso de crearse la asociación se iniciaron en 2005 las visitas a centros educativos donde contar sus experiencias a los jóvenes, “empezamos en el instituto Baraibar de Vitoria, y fue un honor que continuaran con el proyecto, se ha hecho una gran labor”, ha explicado Olaeta.

La Presidenta les ha transmitido su compromiso con las víctimas, “con todas las víctimas y la importancia de la memoria, pero también de emprender los caminos necesarios para que la paz perdure”, ha dicho.