La presidenta del Parlamento, Ainhoa Aznárez Igarza, visitó el pasado miércoles la localidad navarra de Petilla de Aragón situada en tierras aragonesas, y perteneciente a la merindad de Sangüesa. Una localidad que reclama su singularidad como “el símbolo genuino de Navarra entre pueblos aragoneses, desde hace ya ocho siglos”, apunta su alcalde Florentino Aguas Arilla.

Aznárez ha visitado la localidad tras la invitación realizada por su alcalde con el objetivo de pedir intermediación al Parlamento de Navarra para paliar la “dejadez” que sienten ha sufrido Petilla de Aragón durante las anteriores legislaturas. “En esta legislatura hemos observado una tímida recuperación, pero en anteriores legislaturas la actitud de las instituciones ha sido ciertamente reprochable”, explicó Aguas Arillas, “nos daban una de cal y otra de arena, dependiente del titular del sillón”, apuntó, en referencia al cumplimiento de acuerdo suscrito por la Diputación Foral y Petilla de Aragón en 1980.

Un acuerdo por el que la localidad pasaba a situación de Régimen Especial de Tutela, con el objeto de activar medias encaminadas a mantener vivo este enclave singular. “Queremos recuperar los privilegios de nuestra tutela para que, con un compromiso serio de la Navarra gobernante, favorezca la creación de un equipo técnico que estudie fórmulas para la recuperación y resurgimiento de Petilla y sus gentes, ratificando el acuerdo de aquella Diputación que sigue vigente”, apuntó el alcalde de Petilla.

Entre las encomiendas que ha trasladado el alcalde a la presidenta del Parlamento, la propuesta de recibir el apoyo de la Cámara de representación del pueblo, para que el aeropuerto de Noáin, sin denominación específica, pase a denominarse con el nombre de Ramón y Cajal. “Sería sin duda un homenaje al sabio navarro y un reconocimiento a su lugar de nacimiento, Petilla de Aragón. Crearíamos de forma indeleble, el binomio Cajal-Petilla y a la inversa”, ha apuntado Florentino Aguas.

Afectado por la despoblación

El alcalde de Petilla de Aragón, acompañado de la agente de Desarrollo local, Gabriela Orduna; el exsecretario de la localidad, José Antonio Iriarte Morea; la actual secretaria Ana Sainz de los Terreros; y el responsable de la casa museo de Ramón y Caja, Pedro Uhalte Sevilla, acompañaron a la presidenta del Parlamento, Ainhoa Aznárez, por los distintos enclaves de la localidad que han sido objeto de reforma a lo largo de estos cuatro años.

Florentino Aguas explicó que en estos cuatro años han liberado de barreras arquitectónicas la Casa natal y exposición Ramón y Cajal, “conservación de viales, adecuación de inmuebles, dignificación de la entrada al pueblo, puntos de vigilancia controlados por videocámaras. En el ámbito administrativo he procedido a la cancelación de deudas, recuperación de la hacienda local, actualización catastral y normalización de los servicios administrativos. En el político, al hermanamiento con Luarca, por el también premio Nobel Dr. Ochoa. Y de cara a un futuro inmediato, en la programación y ejecución de obras de remodelación de la calle Ramón y Cajal y habilitación del frontón público para el desarrollo de actividades deportivas, sociales y culturales, como centro cívico polivalente”, le trasladó el primer edil de la localidad.

Razones estas, explicó Florentino Aguas, por las que no se puede considerar a Petilla de Aragón como pueblo a desaparecer “como recientemente hemos visto en un medio impreso”.

Aguas, expuso a Aznárez las circunstancias tan especiales que rodean este histórico municipio de Navarra “nuestras circunstancias son específicamente diferentes y manifiestamente excepcionales. Los enclaves geográficos Petilla y los Baztanes desde el año 1209, han defendido históricamente a Navarra y los navarros en al menos tres ocasiones, de los asedios y ataques de tropas aragonesas que arrasaron bienes y viviendas y destruyeron el archivo municipal”.

Visita a la casa museo de Ramón y Cajal

La presidenta del Parlamento pudo visitar la casa museo de Ramón y Cajal, que vio nacer al Nobel navarro. La visita fue guiada por el médico jubilado Pedro Uhalte Sevilla. Pudo conocer más profundamente la historia del afamado médico, la creación de la casa y el trabajo en la recogida de su legado.

Un casa levantada en 1848 con paredes de cañizo, pero que fue derribada y construida como la original.