La Comisión de Salud ha aprobado hoy, con los votos a favor de UPN, Socialistas de Navarra e Izquierda-Ezkerra y las abstenciones de Bildu, Aralar-Nabai y PPN, el Plan de Salud de Navarra 2014-2020, documento al que se han incorporado 76 de las 77 aportaciones debatidas, 41 a instancias de Bildu-Aralar-Nabai, 23 de I-E, 11 de UPN y 2 de SN.

El Plan de Salud 2014-20 presentado por el Gobierno tiene por objeto erigirse en el eje central de las políticas de nuestro Sistema Sanitario para, a partir de una visión más poblacional y centrada en las verdaderas necesidades del paciente, complementar la visión asistencial de los sanitarios, habitualmente basada en la demanda.

Se pretende que los objetivos del Plan de Salud pasen a formar parte, junto a la sostenibilidad y la mejora de la atención al enfermo, de la triple AIM, teoría en virtud de la cual la mejora continua del sistema de salud requiere la búsqueda simultánea de progresos en esas tres áreas claves de gestión.

La finalidad del Plan consiste, por tanto, en mejorar la salud poblacional optimizando la atención y reduciendo los costos per cápita.

Entre las propuestas agregadas al Plan de Salud se encuentra la demanda de que sea el Sistema Sanitario Público de Navarra el encargado de “asumir con medios propios la prestación de la interrupción voluntaria del embarazo (IVE)”. La propuesta de Izquierda-Ezkerra, secundada por Socialistas, Bildu y Aralar-Nabai, aboga, a su vez, por superar la “discriminación” que supone el “acceso restringido a los tratamientos de fertilidad”. UPN y PPN han votado en contra.

En lo que a la dotación económica respecta, también a propuesta de I-E, el Gobierno deberá presentar “en el plazo de tres meses un calendario presupuestario que posibilite la consecución de los objetivos fijados” en este Plan, de modo que “en 2020, al finalizar su vigencia, la financiación del Sistema Público de Salud de Navarra alcance el 7% del PIB”.

Del mismo modo y con idénticos apoyos, se ha acordado, por “necesaria”, la incorporación de Medicina en la oferta académica de la UPNA, donde los profesionales de la salud tendrán opción a recibir “formación permanente”.

En el ámbito local, se ha convenido la necesidad de “mejorar y potenciar los servicios de urgencias rurales”, cuestión que luego ha sido completada (a sugerencia de Bildu y Aralar-Nabai) con la exigencia de un mayor “impulso y colaboración con los Consejos de Salud, a fin de detectar necesidades municipales y comarcales”.

De las 42 aportaciones planteadas conjuntamente por Bildu y Aralar-Nabai (sólo ha decaído la que invitaba a recuperar el contenido de la ILP que trató de regular en marzo, con el respaldo de 170 ayuntamientos, las prestaciones y derechos sanitarios de la población rural) destaca una que hace alusión a la “sostenibilidad” del sistema a partir de medidas que “nunca pasarán por la privatización de servicios ni por nuevos copagos o recortes presupuestarios en prestaciones”.

Dicha concepción se hace extensiva al área de la investigación, cuya “promoción” se efectuará desde una perspectiva de “colaboración público-privada”, pero “evitando que sea el sector privado el que marque las directrices”.

En ese terreno, el de la viabilidad, se subraya la importancia de la Atención Primaria continuada y urgente, cuya reforma entienden “imprescindible” para, superando la actual “infrapresupuestación, poder alcanzar muchos de los objetivos generales y específicos” del Plan de Salud.

Igualmente, se reclama la organización de ofertas públicas de empleo dirigidas a rejuvenecer y dotar de estabilidad a la plantilla del SNS-O y a cubrir las nuevas necesidades surgidas, entre otros, de los “recortes en la cobertura de vacantes por jubilación durante los últimos años”.

La reducción de las listas de espera ha sido también objeto de debate, con referencia explícita al plan elaborado por el Departamento, al que se ha resuelto agregar “indicadores medibles que faciliten la estimación de logros concretos”.

Bildu y Nabai han conseguido también que se acepte la necesidad de dar un impulso a los programas de prevención y actuación sobre personas infectadas por Sida, “en peligro debido a los recortes que padecen las ONG que actúan en ese entorno, tan ligado a la salud individual como a la pública”.

También ha prosperado la petición de ampliar el programa de Atención Dental Infantil (PADI) básica y gratuita a la población de 6 a 18 años residente en Navarra, franja de edad vigente hasta 2011, cuando se redujo hasta los 15 años.

La afección de la crisis ha llevado también a considerar oportuno incluir un nuevo programa de “promoción de la salud de colectivos desfavorecidos, socialmente en riesgo de exclusión”. Y a tomar en consideración las reformas laborales y la modificación de la Ley de Mutuas, por entender que se trata de “dos elementos fundamentales de cara a diagnosticar la Salud Laboral”.

La Comisión ha dado también su visto bueno a la propuesta de creación y fomento de órganos de cooperación de carácter multisectorial dirigidos a incentivar la participación ciudadana en el sistema sanitario. Y en lo que a las quejas y reclamaciones concierne, se trabajará con el servicio de atención al paciente en aras al establecimiento de medidas concretas que favorezcan la transparencia, el seguimiento y la rendición de cuentas a título individual y colectivo (asociaciones de pacientes).

A nivel general, se acepta el carácter interdepartamental de las políticas de salud y se compromete al Gobierno a que los proyectos estratégicos contengan informes de impacto en Salud.

Asimismo, se llama a potenciar la educación sexual, elevando de un 5% a un 25% la formación de docentes en ese campo y, en general, en todas las materias relacionadas con salud (trastornos mentales, psicológicos, alimenticios, etc.).

Por otra parte, se reclama un estudio del descenso de la actividad registrada en los Centros de Atención a la Mujer (CAM), que pasan a denominarse nuevamente Centros de Orientación familiar y educación sexual (COFES), en cuya cartera de servicios se dará cabida a programas de orientación, de manera específica para jóvenes.

En el terreno lingüístico, el Plan deberá “detallar las acciones encaminadas a cumplir los derechos lingüísticos y a promover la atención en euskara, especialmente en la zona vascófona”.

Finalmente, se insiste en el compromiso de “cumplir sin restricciones” la Ley Foral 8/2013 de Asistencia Universal y Gratuita a las personas residentes en Navarra, norma que ha sido objeto de un recurso de inconstitucionalidad, pero que se sigue aplicando tras la suspensión de la anulación cautelar por parte del TC.

UPN, por su parte, ha presentado once propuestas, todas admitidas y en su mayoría dirigidas a “reforzar aspectos básicos de la formación y educación en el cuidado de la salud, así como en la prevención de la enfermedad”.

También ha llamado la atención sobre la importancia de apuntalar la percepción de la violencia de género “como problema de salud pública”, extremando la detección de las distintas formas de maltrato, reflejando dichas situaciones en la Historia Clínica, ampliando la cooperación con Políticas Sociales y Educación y encargando al Observatorio de Salud la medición del riesgo psicosocial y de daños.

En otro orden de cosas, UPN ha intercedido para “asegurar la periodicidad recomendada por los especialistas en el seguimiento del cáncer”, y ha propiciado la ampliación del Programa de atención integrada al Trastorno Mental, evitando que se restringa a los casos graves.

Socialistas de Navarra ha defendido dos propuestas, ambas tendentes a recabar un mayor compromiso con las enfermedades raras y con las asociaciones de pacientes afectados (ADELUNA y GERNA) por estas dolencias. En ese sentido, se apela al “sentir de la Administración para no cesar en el empeño de asistir convenientemente a estos enfermos, con independencia de las situaciones económicas en que toque vivir”.

• www.parlamentodenavarra.es
• Publicación del Plan de Salud 2014-2020 (BOPN, nº 76, de 17-06-2014)