Publicada el Miércoles, 18 de Mayo de 2016

Recepción oficial a una representación del Partido Democrático de los Pueblos del Kur

Ainhoa Aznárez denuncia la "política represiva que, sobre la negación de su identidad, atenta contra la cultura, la lengua y las costumbres del pueblo kurdo"

Con motivo de su convocatoria a una sesión de trabajo de la Comisión de Convivencia y Solidaridad Internacional para exponer la situación de vulneración de los derechos humanos en el norte del Kurdistán, la Presidenta del Parlamento, Ainhoa Aznárez Igarza, ha ofrecido una recepción oficial a una delegación del Partido Democrático de los Pueblos del Kur (Halklarin Demokratik Partisi) integrada por Eyyup Doru y Delal Gemikli, representantes del HDP en Europa.

La recepción, celebrada en la Sala Institucional, ha contado con una intervención de Ainhoa Aznárez Igarza en la que, tras recordar la habitual “solidaridad de Navarra con las reivindicaciones de pueblos que luchan por el reconocimiento y respeto de la comunidad internacional”, ha subrayado el preámbulo del texto fundacional de Naciones Unidas, donde se llama “evitar la guerra, practicar la tolerancia y promover el progreso y la igualdad de derechos”.

En ese contexto y a propósito de la “poca información que, en muchos casos distorsionada”, trasciende sobre la “problemática y los procesos históricos del pueblo kurdo”, la Presidenta ha lamentado que haya sido la “inestabilidad de los países vecinos la que ha puesto de relieve las desigualdades que subyacen tras el actual conflicto, carente de un respaldo internacional claro”.

Así las cosas, Ainhoa Aznárez ha concluido denunciando la “política represiva que, sobre la negación de su identidad, atenta contra la cultura, la lengua y las costumbres del pueblo kurdo”, cuya situación entiende “extrapolable a muchas de las disputas que continúan en vigor”.

Eyyup Doru, por su parte, ha agradecido la posibilidad de explicar la situación del Kurdistán, región montañosa de Asia Occidental repartida principalmente entre Siria, Irak, Turquía e Irán, y ha reclamado una “solución política basada en el diálogo y el respeto al sistema democrático y a la legislación internacional. Necesitamos apoyo para hacer viable la negociación con el gobierno turco y evitar que el conflicto tenga repercusiones sobre Europa y el resto del mundo”.

En su repaso a las “dramáticas consecuencias” derivadas de la “intransigencia” otomana y de la coyuntura mundial, Doru se ha referido al conflicto sirio, que “nos ha abocado a luchar contra el Estado Islámico, y a los bombardeos que, ante los ojos de toda la comunidad internacional, padecemos por parte de Turquía, empeñada en negar la existencia de los kurdos y otros pueblos. Esto sólo puede traer una guerra civil étnica, con su consecuente éxodo”.

Seguidamente, la Presidenta del Parlamento ha hecho entrega de un obsequio (una reproducción del Salón de Plenos) a Eyyup Doru, Parlamentario del HDP, tercera fuerza de la Cámara con 59 diputados, y se ha dado por concluido el acto.

Entre los asistentes a la recepción se encontraban los miembros de la Mesa Unai Hualde y Maiorga Ramírez, y los Parlamentarios/as Iñaki Iriarte (G.P. UPN), Koldo Martínez, Virginia Alemán, Consuelo Satrustegi (G.P. Geroa Bai), Adolfo Araiz (G.P. EH Bildu), Laura Pérez, Fátima Andreo, Tere Sáez (G.P. Podemos-Ahal Dugu), Ainhoa Unzu (G.P. PSN) y Marisa de Simón (A.P.F. Izquierda-Ezkerra).

A continuación, ha tenido lugar una sesión de trabajo en el seno de la Comisión de Convivencia y Solidaridad Internacional, en el curso de la cual Eyyup Doru ha explicado las particularidades del pueblo kurdo, la minoría étnica más grande del Medio Oriente no establecida en alguna forma de Estado-Nación.


El pueblo kurdo consta de entre 55 y 60 millones de personas, aproximadamente un 45% de los cuales vive en Turquía, un 25% en Irán, otro 25% en Irak y un 5 % en Siria. Hay también una importante diáspora kurda en países como Alemania, Reino Unido y Suecia.


Tras la Primera Guerra Mundial, en la que apoyaron a los aliados, los kurdos lograron por medio del Tratado de Sévres el reconocimiento de la independencia. Sin embargo, dicho acuerdo internacional no se ratificó y fue sustituido por el Tratado de Lausana, que repartió el territorio otomano entre los actuales Estados.