El Pleno del Parlamento ha aprobado, con los votos a favor de PSN, EH Bildu y Geroa Bai y los votos en contra de UPN, PPN, Contigo-Zurekin y Vox, la modificación de la Ley Foral 33/2013, de 26 de noviembre, de Reconocimiento y reparación moral de las ciudadanas y ciudadanos navarros asesinados y víctimas de la represión a raíz del golpe militar de 1936.

 

La Ley Foral impulsada por PSN, EH Bildu y Geroa Bai tiene por objeto “desproveer al Monumento a Los Caídos de su significado original para, adecuando la norma a los estándares internacionales en materia de Derechos Humanos, hacerlo compatible con el mantenimiento de una memoria histórica crítica, alineada con los valores propios de la democracia, la diversidad y la justicia social”.

 

A tal objeto, para “transformar el uso del edificio” y eliminar sus connotaciones franquistas, se introduce una nueva disposición adicional con la intención de invertir los términos de una construcción que pasa a formar parte del inventario de instrumentos públicos tendentes a preservar el derecho a la verdad, también desde la “reflexión sobre los riesgos que entrañan las nuevas formas de fascismo”.

 

Así las cosas y en el marco de las iniciativas dirigidas a acabar con la “propaganda totalitaria de exaltación del alzamiento y el régimen dictatorial que le siguió durante casi 40 años”, se hace constar la voluntad de “retirar aquellas partes simbólicas” que rememoren, con afán de “perpetuación”, las tesis y fundamentos de aquel sistema opresor.

 

Todo sin ello sin menoscabo de las “medidas adoptadas” en esa dirección a raíz de que, en 1998, el Ayuntamiento se hiciera con la propiedad del conjunto monumental, previa donación del Arzobispado y la parroquia de Cristo Rey. Entre otros, se aisló la cripta, se ocultaron las inscripciones de exaltación y, tras algunas obras de reforma, se destinó el edificio a sala de exposiciones.

 

En el transcurso del debate efectuado en Pleno se han debatido y rechazado 4 enmiendas, todas suscritas por Contigo-Zurekin, dirigidas a posibilitar el “derribo del Monumento a Los Caídos”; a “prohibir cualquier norma de protección y/o consolidación del Monumento en su conjunto o de cualquiera de sus partes y elementos arquitectónicos, decorativos, pictóricos o simbólicos”; y a “declarar expropiable cualquier derecho de uso y/o usufructo del edificio o de alguna de sus partes o espacios”. Los “derechos indemnizatorios” que, en su caso, “pudieran amparar a los titulares de esos derechos” se imputaban al propietario de Los Caídos.

 

No obstante, se contemplaba la entrega al Arzobispado de las cruces que coronan el edificio y, si así lo solicitaba, de la escena de San Francisco Javier evangelizando (interior de la cúpula). A su vez, se dejaba a criterio del propietario la recuperación del resto de elementos, que “en ningún caso podrían ser objeto de exhibición pública”. Por el contrario, se facultaba su empleo para fines “históricos y pedagógicos”, igual que la “grabación del proceso de derribo”.

 

Sin apoyos, tampoco para modificar la exposición de motivos, las propuestas de Contigo-Zurekin han decaído con los votos en contra de UPN, PSN, EH Bildu, Geroa Bai, PPN y Vox.

 

El artículo único que, mediante una nueva disposición adicional, reforma la Ley Foral 33/3013, de 26 de noviembre, de reconocimiento y reparación moral de las ciudadanas y ciudadanos navarros asesinados y víctimas de la represión a raíz del golpe militar de 1936, dice lo siguiente:

 

Disposición Adicional

 

1. El Monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada, denominado también como Monumento a los Caídos refleja, incluso tras las exhumaciones y la eliminación de la mayor parte de la simbología propia de la época franquista, la propaganda totalitaria de exaltación al alzamiento fascista y al régimen franquista que le siguió durante casi 40 años.

 

2. Los usos vinculados a este monumento solo podrán destinarse a dar a conocer los motivos y circunstancias en que se produjeron las graves violaciones de derechos humanos ocurridos en la guerra y en la dictadura, así como a reflexionar y alertar a la sociedad sobre los riesgos y peligros de las nuevas formas de fascismo en cuanto que colisionan con la democracia, la diversidad y la justicia social, poniendo en valor la convivencia y el respeto a los derechos humanos. Todo ello sin perjuicio de la autonomía municipal relacionada con los objetivos de esta Ley Foral.

 

3. Se deberán retirar aquellas partes simbólicas que supongan la exaltación de la victoria del régimen franquista y ocultar las pinturas del interior de la cúpula.

 

Tramitada en lectura única, la modificación de la Ley Foral 33/2013, de 26 de noviembre, de Reconocimiento y reparación moral de las ciudadanas y ciudadanos navarros asesinados y víctimas de la represión a raíz del golpe militar de 1936 entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el BON. La reforma anterior, también vinculada a la retirada de símbolos de enaltecimiento de la dictadura, se materializó en 2018.

 

Diseñado por José Yárnoz y Víctor Eusa, el Monumento a los Caídos fue construido (1942-52) por la Diputación de Navarra en una parcela cedida por el Ayuntamiento de Pamplona al final de la avenida Carlos III. Fue inaugurado oficialmente el 17 de julio de 1961, con el traslado a su cripta de los restos mortales de los generales Mola y Sanjurjo, exhumados en 2016.

 

En 2002 se aprobó la modificación del Plan Municipal que consolidó el Monumento a Los Caídos, figurando en el Catálogo de edificios protegidos, en grado 2 el espacio interior, la cripta y la cubierta, y en grado 3 las arquerías laterales.

 

Según lo aprobado por la Comisión Técnica de Coordinación en Materia de Memoria Histórica del Gobierno de Navarra, el Monumento está catalogado, en su integridad, como símbolo fascista en la Comunidad Foral. Fue visitado por la Comisión de Memoria y Convivencia del Parlamento de Navarra en noviembre de 2024.

 

 

• www.parlamentodenavarra.es
• Publicación de la Proposición de Ley Foral (BOPN, nº 14, de 11-02-2025)
• Enlace con las imágenes de la videoteca