Publicada el Donnerstag, 14 de Oktober de 2021

Rechazada una moción para instar al Gobierno de Navarra a construir un espacio de consenso en torno a proyectos estratégicos para el desarrollo social y económico

Bildu planteaba una intervención prioritaria del sector público en el campo de los cuidados de larga duración y la asistencia hospitalaria y en el refuerzo de las entidades locales

El Pleno del Parlamento ha rechazado hoy, con los votos en contra de Navarra Suma y PSN, la abstención de Geroa Bai y los votos a favor de EH Bildu, Podemos-Ahal Dugu e I-E, una moción para instar al Gobierno de Navarra a “construir un espacio de consenso en torno a los proyectos estratégicos prioritarios para el desarrollo social y económico de Navarra”. Al mismo tiempo, manifestaba su “compromiso para definir conjuntamente una misión clara en cada uno de los proyectos y articular una colaboración público-privada al servicio del interés común”.

 

La moción desestimada incluía un segundo punto por el que, a su vez, la Cámara emplazaba al Ejecutivo Foral a “priorizar ante el Gobierno del Estado los tres proyectos estratégicos que la Cámara considera que responden a los tres pilares fundamentales del programa Next Generation”.

 

Innovación en los cuidados de larga duración era el primero de esos tres proyectos estratégicos y, según se hacía constar en alusión a la propuesta del Gobierno, debía concretarse en una triple intervención:

 

a) Inversión en centros residenciales, centros de día y viviendas eficientes desde el punto de vista energético, accesibles y bajo un diseño arquitectónico que permita a las personas convivir con un número reducido de personas, manteniendo su identidad y permitiendo continuar en la construcción de su proyecto vital.

 

b) Inversión en formación de nuevos profesionales, en el incremento de las competencias de los profesionales y en la formación de los equipos directivos.

 

c) Inversión en nuevas tecnologías aplicadas a los cuidados de larga duración. Desarrollo de un sistema de teleasistencia avanzada. Dotar a los centros residenciales también de la conectividad y digitalización necesaria”.

 

El segundo de los proyectos estratégicos pasaba por la “Ampliación de servicios de asistencia sanitaria hospitalaria, Salud Mental, Salud Pública y servicios globales”, una iniciativa que se debía concretar, “tal como recoge la propuesta realizada por el propio Gobierno, en acciones dirigidas a la modernización de las infraestructuras, la mejora de equipamientos y la modernización de los servicios”, todo ello a fin de “optimizar la prestación de servicios y la accesibilidad desde todas las zonas básicas de salud de la Comunidad Foral, incorporando criterios de eficiencia”.

 

Se desarrollaría “en los tres hospitales de la red (CHN, García Orcoyen de Estella-lizarra y Reina Sofía de Tudela), así como en la red de Salud Mental, en Salud Pública y en otros servicios de referencia del sistema, como es el Laboratorio Unificado de Navarra”.

 

El tercer y último proyecto estratégico respondía al nombre de “Navanza-Plan de reactivación para construir pueblos y ciudades resilientes y sostenibles. Tal y como precisa la propuesta del Gobierno, tendría como misión la “cooperación entre la Administración Foral y las distintas Administraciones Locales, de cara a “optimizar la implementación de inversiones y reformas en áreas que son competencia de las Entidades Locales”.

 

El plan proyectaba intervenciones en cuatro áreas: “transición ecológica, transformación digital, igualdad de género y cohesión social y territorial”.

 

En la exposición de motivos el G.P. EH Bildu enmarcaba su iniciativa en una supuesta carta de la Ministra Nadia Calviño a todas las presidencias autonómicas, en la que fijaría un plazo de 15 días para presentar hasta tres proyectos financiables a través de los Fondos Europeos, algo que, si bien “de ser cierto pondría de relieve la limitada capacidad de acción del Gobierno de Navarra”, daría idea del reto al que se enfrenta el sector público, abocado a “intervenir en la economía para posibilitar una profunda transformación social”.

 

Así, tras dar cuenta de la “encrucijada histórica” conformada por la “crisis ecológica, democrática y digital” que subyace tras la inminente “transformación del tejido productivo, se llamaba a hacer frente a las exigencias del nuevo escenario para “evitar la pérdida de competitividad” de nuestra industria, también a partir de un “gran pacto generacional”.